sábado, septiembre 28, 2013

Pasos para armar una revolución...de conciencias.


Profesor, no sé cuanto tiempo más estarás haciendo oír tu voz en las calles, no sé cuantos más se sumen al movimiento cuando las otras reformas (fiscal, energética, etcétera) impongan -de manera unilateral- una nueva forma de país, no sé si conseguirás tus objetivos; pero quiero decirte que la lucha debe continuar por siempre y para siempre. Cuando regreses a las aulas, quiero pedirte un favor; acabemos con este mal de raíz, acabemos con la posibilidad de que las condiciones de ignorancia y de intereses particulares sigan cubriendo a este país de tristeza, muerte, apatía, robo, tortura, intolerancia, saqueo y abuso de poder.

El poder del magisterio es inmenso, es más grande que toda la represión, es más grande que el poder económico, más grande que el poder de la televisión, es incluso más grande que los tres poderes de la República. El poder del magisterio radica en la posibilidad de sembrar en otros la idea de la libertad, la idea de la justicia, la idea de la equidad y la inclusión. En este mundo, no hay nada mas influyente que un maestro...que un buen maestro.

Te invito a seguir esta dirección en tu actuar como docente, sin importar el nivel educativo en el que impartas clases:

No. 1 Enseña a tus alumnos a leer y a analizar, a pensar lo leído. E inmediatamente después enséñalo a compartir lo que sabe, lo que piensa. Enséñalo a no callarse cuando la circunstancia obligue a hablar.

No. 2 Fórmalo crítico y propositivo. Enséñalo desde pequeño a pensar en soluciones y motívalo para que las ponga en práctica.

No. 3 Enséñalo a dudar, siempre a dudar. La radicalización de ideas está siempre basada en el dogma y eso es nefasto. La ciencia y la conciencia crecen precisamente por la capacidad de dudar.

No. 4 Enséñale a luchar por sus derechos y a cumplir sus obligaciones. Enséñale que el no cumplir con sus obligaciones tiene consecuencias pero también enséñale que, a pesar de ellas, debe desobedecer cuando hay injusticia de por medio.

No. 5 No sólo formes profesionistas o técnicos capacitados, preocúpate sobre todo por formar buenos seres humanos, con mucho sentido social, con capacidad de empatizar, de solidarizarse. Con la capacidad y el deseo de luchar por los que menos tienen, por los que no tienen voz (pero si voto), por los olvidados.

No. 6 Enséñale historia, mucha historia, para que no repita los errores que hemos cometido (ya muchas veces) como sociedad.

No. 7 Enséñale que la humildad debe ser su tarjeta de presentación con aquellos a quienes la vida ha privilegiado menos. Y que el carácter debe ser la tarjeta de presentación ante quienes ostenten el poder. Enséñalo a no humillar y a no humillarse, a ver a todos como sus iguales.

No. 8 Muéstrale un mundo aparte de la televisión, guíalo en sus aventuras, cuéntale las consecuencias que la adicción a la "caja idiota" ha provocado en nuestra generación. Cuéntale que los medios de comunicación unidireccionales como la tv manipulan la información de manera impune. Y nuevamente, hazlo dudar.

No. 9 Enséñale a no discriminar por ideas políticas, preferencia sexual, religión, raza, color, sexo, etc. Enséñalo a respetar las diferencias y sobre todo, a aprender de ellas.

No. 10 Enséñalo a colaborar, a compartir, no a competir. El sistema actual nos convierte en profundos individualistas, egoístas; capaces de todo con tal de lograr el éxito (y siempre en las escuelas enseñamos que el éxito es económico o no es éxito), el sistema nos prepara para la competencia, no para la colaboración.

Cabe aclarar profesor que para enseñar lo anterior, no hay competencia didáctica que valga si no existe el ejemplo de por medio.

Cuando regreses a tus aulas, continúa la lucha, no solo por restaurar tus derechos sino por restaurar los derechos de tod@s los mexican@s; trata de que no se repita la historia de cegarte y enmudecerte solo para que no toquen (o devuelvan) tus mal llamados "privilegios", trata de que la lucha sea igual de apasionada cuando se cometan injusticias contra cualquier otr@ en este país.

Profesor, tú tienes la oportunidad de cambiar conciencias, de despertarlas, no la desaproveches. Somos muchos, somos más.

Gracias por leerme.

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